Poda

     Trataremos aquí la poda de las raices y la poda de las ramas.


Poda de raices


      Una buena poda de las raíces es tan importante como la poda de las ramas, tanto por estética como por el propio beneficio de la planta.

      Existen ciertos criterios que deben ser tenidos en cuanta tanto para la poda como para la colocación de las raíces. Por ejemplo:

      En la figura 1 se aprecia que las rices se han colocado demasiado verticales


Figura 1.


      Por el contrario, en la figura 2 se muestra un árbol cuyas raíces están demasiado horizontales. Cuando creciesen, al tropezar con la maceta, adquirirían el feo aspecto mostrado en la figura 3


Figura 2.



Figura 3.


      En la figura 4 se presenta un buen aspecto de raíces. Si nos fijamos bien se trata de una posición intermedia entre las figuras 1 y 2.


Figura 4.


      En el supuesto de que un árbol tuviera raíces altas y fuertes, como para que mereciesen ser vistas, su posición ideal sería como se muestra en la figura 5.


Figura 5.


      Unas raíces superficiales y bien colocadas , dan a un bonsái la sensación de ser un árbol seguro y bien asentado sobre el terreno, así como el aspecto de un árbol de mas edad.



Poda de ramas


      En un bonsái es muy importante no dejarle crecer todos los brotes nuevos, ya que si lo hiciéramos así, en muy poco tiempo perdería su forma y al ser la copa muy tupida, las ramas interiores morirían al no recibir luz.

      Las hayas (figura 1) junto con los carpes, abedules y todas las distintas especies de quercus, brotan con mucha lentitud por lo que no se deben defoliar como los arces y cercis, por citar algunos. Cuando sus brotes hayan desarrollado 4 o 5 pares de hojas, se podan dejando 1 p 2 pares. El motivo por el que no se deben defoliar totalmente es su lento proceso de brotación, en otro caso el árbol se vería privado de hojas hasta la primavera siguiente.


Figura 1.


      El granado (figura 2) es un árbol que puede ser tratado como bonsái de interior. Una vez que haya brotado se le deben cortar los botes dejando solamente 1 o 2 pares de hojas. Este tipo de poda vale también para las azaleas y las camelias.


Figura 2.


      A las celcobas (figura 3) se las debe cortar los brotes nuevos durante toda la primavera y hasta el final del verano. En los arboles mas jóvenes hay que dejar de 2 a 4 nacimientos de hojas, todas las demás se arrancarán enteras ayudándonos de unas pinzas.


Figura 3.


      Es necesario hacer una poda y corte de hojas al mismo tiempo en las ramas que crecen muy deprisa, este trabajo tiene como finalidad el conseguir una copa finalmente ramificada (figuras 4 y 5) ya que en las axilas de las hojas se forman nuevos brotes, especialmente en los arces, olmos, celcobas y almeces de China.


Figura 4.



Figura 5.


      En la figura 6 podemos ver un ejemplo en el que se observa la distancia tan grande que hay entre dos nudos, si lo cortamos tal como se indica, conseguiremos que cuando vuelvan a brotar, tengan menos distancia entre hojas y, al mismo tiempo, estas sena mas pequeñas (ver figura 7).


Figura 6.



Figura 7.


      Otro sistema para reducir la distancia entre nudos consiste en reducir el riego, esto hay que hacerlo con mucho cuidado ya que, en pleno verano, existe el riesgo de que algún árbol pueda secarse, sobre todo aquellos que deben permanecer a pleno sol.

      Por último diremos que la frecuencia de la poda depende de la especie. En esta página nos hemos centrado especialmente en la poda y defoliación de árboles caducifolios en general.



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