Especie:
Juniperus. Familia de las Cupresaceae.

Origen y Características:
Esta especie de la orden de la coníferas presenta un buen número de variedades, todas ellas de hoja perenne, con un crecimiento lento, hojas con forma de acículas o escama y muy apreciadas para el cultivo como bonsái.

Los juniperos pueden dividirse en dos grandes grupos: los enebros, con hojas verticales, aciculares y punzantes y las sabinas, con escamas y hojas no punzantes.

Aunque hay una enorme cantidad de variedades de Junipero, no todas ellas sirven para ser cultivadas como bonsái. De las variedades procedentes del Lejano Oriente, las más apreciadas para bonsái son el Juniperus rigida y el Juniperus sargentii y, de las variedades autóctonas, las más apreciadas son: Juniperus comunis alpina, Juniperus phoenica y Juniperus thurifera.

Obtención:
Las principales formas de reproducción son la semilla, el esqueje, el acodo, la compra en vivero o la recolección del monte. Dependiendo del tamaño de bonsái deseado podrá optarse entre unas técnicas u otras.

Insolación:
Aunque a los Juniperos del gusta el sol, en verano es preferible ubicarles en una zona con sombra parcial teniendo siempre en cuenta que cuanta mas sombra tenga en verano mejor será el color pero más lento el crecimiento.

En invierno soporta perfectamente el frío.

Temperatura:
Soporta bien el frío y el calor pero, en todo caso, debe ser protegido de la temperaturas extremas, tanto de las excesivamente cálidas como de las demasiado frías.

Ventilación:
Requiere sitios bien aireados.

Maceta:
-

Limpieza:
-

Crecimiento:
El crecimiento de los juniperos es relativamente lento.

Trasplantado:
Los juniperos deben ser trasplantado, aproximadamente, cada tres años. En general los ejemplares jóvenes deben ser trasplantados con más frecuencia (cada 2 años) mientras que los ejemplares viejos pueden aguantar incluso 4 o 5 años.

Tierra:
El sustrato ideal para el cultivo del junipero tendrá siempre muy buen drenaje y, por ejemplo, podría estar compuesto por una mezcla al 50% de arena de río y akadama.

Poda:
La poda puede ser realizada a finales del otoño o durante el invierno.

El pinzado de los brotes debe realizarse, preferentemente con los dedos, durante el periodo de actividad vegetativa, eliminando todas las puntas que sobresalgan de la silueta deseada para el bonsái.

Alambrado:
La mejor época para el alambrado es el otoño o invierno y, en general, no debe ser mantenido más de 6 meses para evitar que el alambre penetre en la corteza del árbol.

Los ejemplares recuperados de la naturaleza suelen presentar partes muertas en el tronco y algunas ramas y, aunque en las plantas jóvenes o de vivero no se suelen encontrar maderas muertas, siempre es posible crearlas empleando técnicas de envejecimiento.

Riego:
Requiere un riego generoso en verano y moderado en invierno. En general puede utilizarse el criterio de mantener siempre la tierra ligeramente húmeda.

Vaporización:
Es deseable pulverizar las hojas regularmente, utilizando para ello agua sin cal.

Abono:
Debe ser abonado desde primavera hasta otoño, haciendo una pausa en los meses de más calor.

En general se mantendrá el abonado siempre que se observe crecimiento en el árbol .

Estilos:
El junipero puede ser cultivado en la práctica totalidad de estilos de bonsái.

Parásitos y enfermedades:
Entre los insectos que pueden atacar al junipero destacan los pulgones y las cochinillas. También puede verse afectado por los hongos.

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