Especie:
Olea europaea

Origen y Características:
El olivo es un árbol de origen Mediterráneo, de hoja perenne y con tronco de corteza con fisuras, corto, grueso e irregular. Sus hojas son de color verde intenso y angostas y produce flores de color blanco y frutos verdes o negros de los que se extrae el aceite.

Se trata de un árbol que ha estado muy presente en la vida del hombre desde tiempos muy remotos, por eso ha terminado convirtiéndose en un auténtico símbolo de la cultura mediterránea. El olivo es un árbol vigoroso y muy resistente que puede producir bellas maderas muertas y formas tortuosas y dramáticas, por eso es uno de los árboles más frecuentemente cultivado como bonsái.

Una de las variedades más utilizada como bonsái es el olivo silvestre (olea europea Var.Silvestris), que recibe el nombre común de acebuche. Esta variedad tiene las mismas virtudes descritas en el párrafo anterior y, además, suelen tener hojas más pequeñas, no producen frutos y presentan formas muy irregulares e interesantes.

Obtención:
Los olivos se pueden multiplicar por medio de esquejes, semillas, acodos, pero, para ser trabajados como bonsái, la mejor opción es la recuperación de la Naturaleza, preferiblemente realizada en la región mediterránea. Esta obtención permitirá trabajar con troncos gruesos que, al ser un árbol de crecimiento muy lento, serían prácticamente imposibles de conseguir a partir de semillas.

Insolación:
A los olivos, por su origen Mediterráneo, les gusta mucho el sol. Requiere una luz abundante y directa.

Temperatura:
Requiere una temperatura típica del clima mediterráneo . El olivo soporta bien los climas secos y soleados pero, aunque puede soportar heladas de corta duración, es preferible ponerlos a cubierto para evitar que lleguen a congelarse.

Las hojas del olivo están protegidas por una capa de cera que las hace muy resistentes al sol ya que dicha capa tapona los estomas evitándose así la evaporación y que se quemen las puntas.

El sol puede ser más peligroso por defecto que por exceso, ya que su carencia produce un indeseable alargamiento del espacio entre nudos.

Ventilación:
El olivo, como todos los árboles, prefiere vivir en el exterior. Especialmente en este caso es deseable evitar su cultivo en el interior.

Aunque no es deseable, puede llegar a adaptarse al interior, pero siempre será necesario colocarlo cerca de una ventana soleada y lejos de fuentes de calor.

Maceta:
-

Limpieza:
Eliminar regularmente las partes muertas del árbol y del suelo, para evitar enfermedades y los parásitos.

Crecimiento:
El olivo tiene un crecimiento lento pero constante.

Trasplantado:
El trasplantado debe realizarse aproximadamente cada tres años y es importante no tocar demasiado el sistema radicular ya que el árbol es muy sensible a él. Por todo ello es recomendable cambiar la tierra sin deshacer el cepellón.

Tierra:
El olivo debe ser cultivado en un sustrato con buen drenaje Se puede llegar a utilizar incluso un 100% de Akadama, pero, en todo caso, es importante considerar que los olivos se aclimatan bien a cualquier tipo de suelo.

En general puede utilizarse una mezcla al 50% de akadama y arena de río, siendo muy importante cribar bien la tierra para eliminar el polvo.

Poda:
El mejor momento para podar es la primavera, normalmente se debe realizar la poda antes de que el árbol tenga actividad vegetativa (usualmente en las primeras semanas de abril).

Durante la época vegetativa se le debe dejar crecer hasta que broten 5 o 6 hojas, a continuación se debe realizar un pinzado cortando el crecimiento, para lo que se cortará de forma que sólo queden dos pares de hojas. A continuación, si el árbol está sano, saldrán nuevas yemas y se desarrollará nueva brotación.

Nunca se debe podar o desfoliar ramas jóvenes ya que esto produciría unos nuevos brotes demasiado débiles.

Alambrado:
El olivo puede ser alambrado en cualquier momento del año pero esperando siempre a que los brotes a alambrar sean algo leñosos.

En todo caso es deseable alambrar sólo las ramas más jóvenes que, en un periodo de dos o tres semanas, ya habrán adoptado la posición deseada. Las ramas viejas y/o con poco vigor no deben ser alambradas ya que esto les restaría aún más vigor y no se conseguiría el efecto deseado.

Riego:
Es necesario controlar su riego, normalmente es preferible realizarlo de forma espaciada. En definitiva, se debe regar sólo lo necesario: Normalmente sólo se debe regar cuando la parte superior de la tierra esté seca.

En todo caso cabe destacar que los olivos soportan bien la sequía, pero eso no quiere decir que rechacen los riegos, por lo que no es necesario reducir exageradamente el suministro de agua. El momento en que más agua necesitará será al inicio de la nueva brotación.

Vaporización:
En condiciones normales no es necesario. El olivo requiere una atmósfera cálida y seca.

Abono:
El olivo en la Naturaleza no requiere suelos muy ricos, por los que no es necesario realizar un abonado demasiado intensivo.

El olivo como bonsái debe ser abonado como la mayoría de los árboles: Se debe empezar en abonado en Primavera, de forma suave y suspender el abonado durante los meses de calor, reiniciándolo de nuevo en Otoño. Cabe destacar que este abonado otoñal es probablemente el mas importante del año ya que él aportará la reserva necesaria para la siguiente brotación de Primavera

Estilos:
En principio los estilos mas apropiados son: "Inclinado", "Cascada" y "Tronco Doble".

Parásitos y enfermedades:
Uno de los elementos a controlar son los hongos. También puede verse afectado por cochinilla y el llamado mosquito de corteza.

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