"Caligrafía japonesa (Sho do)" Conferencia - Taller por D. Osami Tazikawa

20/05/2004

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El acto comenzó con la presentación del ponente por parte de José María Rubio, presidente del Club Bonsái Madrid :

"Nuestro conferenciante de hoy se llama Osami Tazikawa y es un auténtico artista dedicado a la tradicional caligrafía japonesa. El señor Tazikawa estudió en la afamada escuela "Hakuga", donde obtuvo el tercer nivel, el más alto posible. Sus maestros fueron Maruyama Tóseki y Chino Shútó y, en esta sesión, primero nos hará una breve reseña histórica sobre la evolución de la caligrafía en Japón y, a continuación, tendremos tiempo para que todos los asistentes puedan realizar sus primeras prácticas en este difícil arte".

Antes de que José María realizara esta presentación el ponente dedicó un buen rato a colocar todo sus utensilios minuciosa y pausadamente sobre la mesa. Todos ellos eran situados justo en lugar donde debían estar. Perfectamente verticales. Perfectamente alineados. Sin dejar nada al azar.

También nos dijo José María que la caligrafía japonesa, originalmente denominada "Sho do", debe practicarse en el suelo aunque, por problemas "logísticos", en esta demostración realizamos todo el trabajo sobre una mesa.



Osami Tazikawa estaba vestido con un típico kimono de su país, que lucía sobrio y elegante sobre su alto y delgado propietario. Su aspecto era el de un joven artista japonés, aunque a los occidentales nos resulta siempre muy difícil calcular la edad de los nacidos en el Lejano Oriente y siempre tendemos a imaginar que son mas jóvenes de lo que realmente son.

Osami Tazikawa comenzó su conferencia indicando que la caligrafía japonesa, o Sho do, es arte plástica que tiene su origen en la escritura. El sufijo "do" de la denominación japonesa de esta disciplina, significa precisamente "sendero" o "camino" que, de alguna forma, deja claro el planteamiento filosófico dado en la cultura oriental al arte de la escritura.

Y cuando hablamos de "arte de la escritura" nos referimos a la forma y no al fondo, es decir, lo que se considera arte, al margen del significado de los caracteres escritos, son los propios caracteres. Sólo en el Lejano Oriente (China, Corea y Japón) han elevado a las grafías utilizadas para escribir a la categoría de arte comparable con la pintura, la poesía, la música, . . .

En los orígenes de esta historia Japón no tenía una escritura propia, así que, en el siglo IV, se "importó" la escritura china (Kanji) basada en ideogramas y, para explicar el concepto "ideograma" Osami Tazikawa tomó sus pinceles y sobre un largo Hanshi (papel de arroz) dibujó un árbol y, a continuación, escribió árbol para demostrar que el aspecto del carácter "árbol" era muy similar al árbol propiamente dicho. El parecido entre lo representado y el grafismo utilizado para representarlo fue mucho más evidente cuando Osami Tazikawa dibujó y escribió el concepto "río".



Según nos dijo Osami Tazikawa, rápidamente, en pleno siglo V, los japoneses adaptaron la escritura china a sus propias peculiaridades y crearon una variante específicamente japonesa.

Desde entonces, cualquier familia distinguida en Japón ha considerado que la caligrafía, junto a la poesía y la pintura, son habilidades esenciales de toda persona instruida.

Aunque parezca curioso en Occidente, la caligrafía en Japón tiene un gran similitud con las artes marciales. Cualquier persona que tenga una buena caligrafía o practique un arte marcial debe primero perfeccionar una técnica, pero está técnica debe ser considerada como un "camino" para conseguir un fin superior: Cultivar el espíritu.

En realidad da igual si practicamos caligrafía, artes marciales o una ceremonia del té. Lo realmente importantes es considerar que todo ello converge en algo que podríamos llamar "vía de perfeccionamiento".

Durante la conferencia Osami Tazikawa iba mezclando conceptos teóricos con ejemplos prácticos, así el conferenciante nos mostraba los principales utensilios que estaba utilizando mientras nos indicaba su nombre y su función:



"Sumi" es la tinta que, normalmente se adquiere con forma de barra que es diluida en el momento de ser utilizada. La tinta se suele fabricar con cenizas, resinas de conífera y aglutinantes. Aunque Osami Tazikawa nos enseñó una barra de tinta, durante la conferencia empleamos otra tinta china líquida que, aunque es menos tradicional, resulta mas cómoda de usar.

Osami Tazikawa nos dijo que el pincel se denomina "Fude" y existen dos tipos fundamentales: uno, de trazo grueso, que se emplea para caligrafiar el texto principal y se denomina "Futo Fude"; y otro, de trazo más fino, que se emplea para firmar y para pequeños detalles, al que se llama "Hoso Fude".

También pudimos ver otros elementos empleados por el calígrafo, como el "Shitajiki", que es una base de apoyo para el papel; el "Bunchin", que consiste en un peso para evitar que el papel se mueva y puede ser de diferentes formas, desde un rectángulo plano de metal hasta alguna figurita, eso si, siempre de un material pesado; el "Suzuri" o tintero, que está formado por una piedra, en la que se deposita la tinta producida frotando el sumi con un poco de agua.

A continuación Osami Tazikawa nos dijo que no existe una única caligrafía japonesa, ya que se han creado diferentes escuelas con diferentes estilos y, para demostrarlo escribió la palabra "amor" en cada uno de esos estilos, de forma que pudimos observar como, aunque el concepto representado era el mismo, los grafismos empleados eran significativamente diferentes.



Después de estos ejemplos, Osami Tazikawa hizo énfasis en la importancia que tiene la caligrafía en Japón y como puede ser equiparada a otras artes mas universales, como la pintura o la escultura. También nos dijo que después de la segunda Guerra Mundial, el interés por el Sho do, junto con otras peculiaridades de la cultura japonesa, se expandió por todo el mundo haciendo que surgieran calígrafos aficionados en los mas diversos lugares. En algunos casos, el Sho do ha evolucionado incluso a formas abstractas que no tienen el carácter de escritura.

Con el paso del tiempo, los caracteres originales procedentes de los alfabetos chinos (Kanji) cuyas grafías se basaban en la utilización de un ideograma de los conceptos representados, se han ido ampliando con más caracteres pertenecientes a dos nuevos alfabetos:

El "Katakana", que es un alfabeto especialmente diseñado para representar palabras extranjeras y que, fundamentalmente, se utiliza para escribir nombres propios y el "Hiragana", que es un alfabeto silábico utilizado para escribir palabras de origen exclusivamente japonés y, según parece, este segundo alfabeto era especialmente utilizado para escribir por parte de las mujeres.

En definitiva, la escritura japonesa utiliza mezclados tres alfabetos diferentes: Kanji, Hiragana y Katakana.



Después de todo esto, Osami Tazikawa nos mostró, de forma práctica, como se caligrafían las cinco vocales existentes en el idioma japonés y nos contó la evolución de las mismas a los largo del tiempo que, básicamente, ha perseguido una simplificación de las grafías para facilitar su uso a la globalidad de la población.

Una vez que habíamos terminado esta primera parte de la conferencia, el ponente estuvo caligrafiando algunas palabras que pensaba que podrían resultar interesantes o curiosas para los asistentes.

Primero escribió "España" que, según nos dijo, se debe representar con tres kanjis que, respectivamente, significan "Oeste", "Parte", "Saliente", cuya equivalencia corresponde a los siguientes conceptos: "Oeste" hace referencia a la situación geográfica de España respecto de Japón; y "Parte Saliente" se justifica porque España está situada en el continente europeo precisamente como eso, como una"Parte Saliente".



Luego escribió "Japón", que se basa en dos ideogramas: "Sol" y "Naciente", ya que el pueblo japonés se considera a si mismo como el lugar del mundo por donde nace el sol.

Y así continuamos con otras palabras: como "Bonsái", que esta basado en dos ideogramas: "Maceta" y "Cultivar"; o como "Pino", "Bambú" y "Ciruela", que son tres símbolos de la felicidad, . . .

Después de todos estos ejemplos Osami Tazikawa nos mostró un pequeño instrumento de hierro con forma de pipa y nos preguntó si alguien sabia para que podía servir. Se escucho un tímida respuesta: "para fumar yerba" . . .

. . . ¡por fin vimos sonreír a nuestro conferenciante! . . .

. . . No. No servía para fumar yerba sino para escribir. En realidad se trataba de un estuche metálico de viaje en el que cabía un pequeño tintero y un pincel. Este recipiente tenía la forma perfecta para proteger su valioso contenido y podía ser guardado cómodamente en la faja-cinturón del kimono.



Luego supimos que un japonés no concibe realizar un viaje sin llevar a mano todos los utensilios necesarios para relatar sus impresiones o pensamientos sobre los lugares y las gentes con las que se cruza durante su recorrido.

A veces, si un paisaje es muy sugerente, llega el momento de "dibujar" un poema. Y realmente cuando un japonés escribe un poema a una montaña esta "dibujándolo". Mientras el calígrafo - poeta escribe tiene que mantener la mirada fija en la propia montaña, para poder plasmar mejor sus sentimientos.

Llegado ese punto Osami Tazikawa escenificó una situación:

"Estamos en el principio del verano y me paro extasiado frente a una bella montaña que aún tiene sus picos nevados. La miro mientras escribo un poema:

He visto una montaña,

ya ha terminado la primavera,

ahora llega el verano,

en la cima de la montaña permanecen los kimonos blancos".



Retornando a temas más prácticos, el conferenciante nos recordó que existe cinco estilos diferentes de caligrafía han llegado a nosotros. Todos utilizan los mismos kanjis, pero los representan de forma ligeramente diferente. A continuación vimos ejemplos de estos cinco tipos de escritura fundamentales.

Después alguien preguntó por el significado del sello que utiliza cada autor para firmar sus trabajos. Osami Tazikawa respondió: "cada calígrafo tiene su propio sello con su nombre y apellidos y algunas palabras o dibujos con los que se siente identificado: pájaros, flores, imágenes de Buda, . . . casi siempre se emplean kanjis antiguos para hacer los sellos, que se tallan sobre una piedra blanda y se imprimen empleando siempre tinta roja".

Después de responder alguna que otra pregunta más dio comienzo el taller práctico: el objetivo era claro, teníamos que intentar reproducir algunas de las caligrafías realizadas durante su conferencia sobre un papel de periódico. Después de varios ensayos sobre el periódico (algunos bromeaban porque les había tocado la página de contactos eróticos para hacer su pruebas), los mas atrevidos se decidieron a utilizar papel de seda para hacer los ejercicios finales.



Mientras unos practicaban, el resto de los asistente acorralaron a Osami Tazikawa: "Por favor escríbeme Ana Bonsái", "Por favor escribe Paz", "Yo me llamo Laura" . . . . finalmente, después de un buen rato de ejercicios y peticiones, Osami Tazikawa sacó una bolsita en la que llevaba varios trabajos y poemas que regaló entre todo aquel que se acercaba a solicitarlo.

Y así concluyó la conferencia-taller. Sólo faltaba una cosa para dar por terminada la sesión: Dedicar un cálido aplauso al conferenciante, ¡gracias Osami Tazikawa!.

















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