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Marco Invernizzi realizó una demostración en el C.B.M. plena de ingenio, simpatía, dinamismo y, ¡ por supuesto !, conocimiento. Todo el proceso fue muy ágil y dinámico y Marco se hizo entender perfectamente a pesar de que habló 50% en italiano y 50% en español, . . . , o tal vez 75% en italiano y 25% en español, . . . o tal vez . . .
La demostración comenzó con un proceso de selección del árbol que iba a ser trabajado. Después de analizar todas las opciones disponibles Marco Invernizzi solicitó la opinión de todos los asistentes y se terminó eligiendo un Juniperus chinensis variedad itoigawa especialmente cultivado para bonsái.
Según Invernizzi lo primero que se debe hacer antes de trabajar un árbol es analizar su potencialidad y, para evitar que nos distraiga lo superfluo, convine realizar una limpieza de las ramas débiles e inservibles, de la madera muerta inútil y de la tierra para buscar un buen nebari.
Una vez realizada esta limpieza, Invernizzi comentó que cuando se compran las plantas en un vivero casi nunca se encuentra el auténtico nebari sobre la marcha. Así que antes de comenzar a trabajar el árbol conviene "escarbar" hasta llegar al nebari "bueno".
También indicó que las plantas compradas en un vivero de propósito general no suelen ser tan interesantes como el ejemplar que iba a trabajar en la demostración, ya que estaba cultivado especialmente para convertirse en un bonsái. Nos dijo que normalmente en los viveros se cuida el volumen, mientras que para bonsái lo más importante es la forma del tronco.
Mientras buscaba y trabajaba los sharis nos dijo que cuando se transplante el árbol es preferible eliminar la parte de las raíces que estén conectadas con los sharis, ya que se trata de una parte que la raíz que estará debilitada y ocupa un sitio que puede ser utilizado por el resto de las raíces.
Según Ivernizzi mantener una raíces sanas es vital para asegurar la salud del árbol.
La limpieza de la corteza del árbol se hizo intentando unir sharis, nebari y jines, creando así una línea bien definida, pero con mucho cuidado para no dañar la vena del árbol, esta labor nos puede permitir conseguir un aspecto en el árbol que de otra forma sólo se lograría con el paso de los años.
Según Marco Invernizzi el presupuesto disponible para comprar un bonsái es preferible emplearlo en adquirir una planta con posibilidades mejor que comprar un árbol terminado. De esta forma, por el mismo dinero, siempre se conseguirán mejores resultados.
Una vez realizado un trabajo de este tipo es aconsejable proteger el árbol, ya que habrá sido sometido a un estrés del que debe recuperarse en un ambiente favorable.
También nos dijo que otro aspecto muy importante es la textura de la corteza, ya que para dar sensación de antigüedad es necesario que se vea bien la leña en la línea del árbol.
Una vez realizada la limpieza y siempre teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, Marco Invernizzi hizo girar el árbol para seleccionar el frente más apropiado. En esta caso concreto se analizaron cuatro posibilidades, eligiendo al final un frente no sólo por los sharis sino también por el ápice, de forma que se consiga dar un efecto apropiado de conicidad.
Cuando se trabaje una rama recomendó pensar en ella como si fuera un músculo y, antes de nada probar su fuerza y flexibilidad para evitar que terminé partiéndose y, según nos dijo, si finalmente se rompe . . . . ." habrá que convertirla en un bellísimo jin". ( ¡ pero, en su caso, no se rompió ! ).
Uno de los aspectos más importantes a la hora de realizar el primer trabajo de un bonsái es la correcta distribución de las ramas, después de un trabajo de este tipo, Marco siempre enseña el árbol desde arriba para que se vea que las ramas salen para todas las partes y sin sobreponerse.
El resto de la demostración resultó muy interesante y terminó dando lugar a un hermoso árbol que en nada se parecía al árbol del que disponíamos al empezar la demostración. Para comprobarlo lo mejor es echar una ojeada a esta serie de fotos:
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