" . . . y el Club Bonsái Madrid estuvo allí " Primer Encuentro Bonsái de Alto Nivel (EBAN)

26/06/2004

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Primera Parte
Primer Encuentro Bonsái de Alto Nivel (EBAN)enviado por José María Rubio

A las diez en punto y la típica media hora de cortesía, y unos minutos más, iniciamos el primer EBAN, una idea que se parió en una cena en Gante con motivo del la Ginko 2003
y que llevaba gestándose desde hacia mucho tiempo.
Tomo la palabra Jorge Campos, verdadero impulsor de esta idea y arriesgado organizador. Empezó con una carga de profundidad para despertar a los que todavía pudieran estar durmiendo.
"La responsabilidad de continuar este camino está en nosotros" cosa que cada vez estoy más convencido, ya que el grupo allí reunido, no es que fuera de lo mejor en diseño y conocimiento pero si era el grupo que nos despedimos "hasta el próximo evento" y allí nos volvemos a encontrar.
Se refirió a un problema que sufrimos: "La falta de Maestros españoles", ya que unos por su dedicación profesional en otros temas, y otros simplemente por usurpar este título, dejan un gran vacío en la enseñanza y perfeccionamiento del Bonsái. Como colofón a esta corta, pero densa introducción y para acabar se despidió con un sentido y desesperanzado: "Nos merecemos algo más".
Después de este caliente antipasto salio a escena, y nunca mejor dicho, Marco Invernizzi, que nos explico las normas del "taller seco sin aserrín ni tijeras" y la verdad que cuando acabamos, a eso de las ocho de la tarde, no se habían desenfundado las herramientas, eso si, con división de opiniones, pero este era el compromiso.
Marco Invernizzi empezó hablando genéricamente del material yamadori, de su trabajo y diseño. Fue una larga clase de ocho horas, pero con la expresión corporal a la hora de explicar el posicionamiento de ramas, lo ameno de su conversación en spagnoitaliani y su simpatía, nos hizo que el tiempo volase.
Lo primero y principal que intentó dejarnos claro fue una idea. "lo primero que nos debe preocupar es la salud del árbol". Una vez conseguida, pasaremos al siguiente estadio. Para ello tendremos que respetar la preparación del material, darle su tiempo de respuesta al trasplante a maceta de entrenamiento (dos, tres e incluso cuatro años) y a sus ciclos vegetativos. Hacer los trabajos a su tiempo y en su tiempo a lo lago de unos años hasta llegar a su "casi acabado" ya que es un elemento vivo y mutante.
En estos años de cultivo y aproximación al momento de diseño definitivo tendremos que ir estudiando cual es la cualidad más bella, para enseñarla o resaltarla, y cual es la más negativa, para suprimirla u ocultarla.
Después de tener las ideas anteriores claras, cosa complicada, viene el examen final: el objetivo del diseño del árbol "debe de ser original".
La cosa se empezaba a poner difícil.
Empezamos la discusión de diseño sobre un lentisco propiedad de Agustín Soriano integrante del Club Bonsái Madrid, por ser una planta en principio fácil de diseñar.
Una nota al marge, nuestro Club estuvo ampliamente representado en el evento, lo que demuestra nuestra vitalidad e inquietud en todo lo que se mueve en el Bonsái.
Siempre hablaremos de la norma general, si hay una característica especial de la especie lo resaltaremos oportunamente.
Como norma general, en busca de ese diseño, tendremos que tener en cuenta la característica peculiar de cada árbol por que como dijo Agustín (Soriano no San):
"Un lentisco no es una sabina" después de esta aseveración el marcador quedó, Marco: 0 Agustín: 1 y el marcador no se paro ahí.
Marco siguió mostrándonos trucos para poder llegar ¿más fácilmente? a un diseño acertado, una de las destacadas es "tener en cuenta la posible distribución de las ramas para no dejar estas en el aire", después de unos cambios de posición de varias ramas nos recordó "un lentisco no es una conífera" En ese momento Agustín: 2 (por una anterior) Marco: 1. El resultado empezaba ponerse interesante..
Un bonsái, si esta bien diseñado, con sus dos primeras ramas, si son 1ª derecha y 1ª izquierda, debe dar la sensación de abrazar al observador y de saludarle. Esto se consigue con las primeras ramas izq. y dcha. viniendo hacia él como en un abrazo y con el Jusin un poco inclinado hacia delante.
A partir de ahora no distinguiremos los árboles trabajados si no que hablaremos de los principios y/o técnicas de diseño.
Un ápice puede ocupar un 20-25 % del volumen de un árbol, pero su formación se puede conseguir en tres o cuatro años. Sin embargo el tiempo necesario para crear la primera rama puede llegar a ser de 10 años, puede que más. Por eso es muy importante a la hora de elegir un diseño seleccionar correctamente la Sashi eda (primera rama).
A la hora de diseñar el árbol, tendremos que planificarlo como "una partida de ajedrez". Moveremos un peón adelantaremos una torre, cuidado, nos dan jaque en tres jugadas. Hay que volver a empezar con otra estrategia, desde el principio. Así una y otra vez hasta que lleguemos a conseguir el plan del trabajo desde el principio al fin, no vale hacer cinco movimientos y que luego nos den jaque, al empezar a trabajar tenemos que tener nuestro plan ganador sin ninguna perdida de piezas (partes positivas o bellas) y si las sacrificamos es para mejorar y mostrar más y mejor la parte verdaderamente bella o positiva del árbol.
Busquemos y planifiquemos esa jugada empleando el tiempo necesario, dibujaremos una, dos, tres veces como quedara la estructura y diseño del árbol.
Cuando observamos un árbol instintivamente nuestra mirada va al nebari, después a la primera rama siguiendo la línea del tronco, luego la atención y el punto focal se empieza a difuminar y a perderse en mil detalles.
Por lo tanto si la primera parte del tronco es buena tenderemos a compactar el árbol, haciendo más compleja esa parte. Si por el contrario el tronco (línea, corteza, shari. . .) no es tan bueno tenderemos a crear "focos de distracción" para alejar un poco la atención de este punto.


El volumen de las ramas y su forma también es propio al diseño del árbol. Un árbol azotado por el viento sus ramas serán finas y las sub ramas alargándose tendiendo a la dirección del viento. En un árbol pesado y estable, las ramas serán anchas y redondeadas

VER SEGUNDA PARTE EN
"Conferencias y demostraciones"
de 27 de Junio de 2.004










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