Pasar una Noche en un Balneario

29/12/2006

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Texto: Yamaguchi Yumi, escritor de viajes
Fotos: Omori Hiroyuki
Colaboración: Ryokan Nara-ya

Ciertamente, Japón es una tierra de fuentes termales - hay más de 26.000 en todo el país, y según los geólogos las técnicas modernas de exploración y perforación hacen posible captar aguas mineralizadas en prácticamente todos los lugares del país.
Las fuentes termales forman parte de la vida cotidiana de los japoneses. Ello es debido a que desde tiempos remotos el pueblo japonés ha tomado baños en los balnearios y ha desarrollado infinitas formas de pasar el tiempo cerca de aguas termales naturales.
La zona termal de Kusatsu se encuentra en la mitad de Honshu, en la Prefectura noroccidental de Gunma. Se trata de uno de los balnearios más famosos de Japón. La leyenda asegura que el Príncipe Yamato Takeru lo fundó en la antigüedad, mientras que otros le otorgan el descubrimiento al monje budista Gyoki (668-749).
Por alguna razón, tanto los monjes budistas como sus fieles aparecen ligados a la historia de los balnearios. En aquellos tiempos, cuando el tratamiento médico era rudimentario, la gente atribuía a las aguas mineralizadas especiales poderes de curación para heridas y todo tipo de dolores. Esto puede explicar el por qué las leyendas han venido asociando a los famosos monjes santos con las fuentes termales.
Cuando llegamos a la ciudad de Kusatsu, decidimos ir caminando desde la central de autobuses hasta el ryokan (albergue japonés). Una de las cosas que primero nos llamó la atención fue una gran fuente en un lugar llamado Yubatake (“Campo de agua caliente”). El término “Campo” proviene de las hileras de leños entre los que se conducen aguas mineralizadas y vapor. Los chorros salen a 56 grados centígrados, excesivo para tomar un baño, por lo que es canalizada a través del “Campo” para enfriarla. En los alrededores hay un espacio abierto donde uno puede relajarse y gozar durante todo el día.
Muchos de los ryokan que ofrecen baños desde hace décadas están situados en las proximidades de este “Campo”. Reservamos una habitación en Nara-ya, que fue inaugurado hace ya 130 años. Nos introdujimos a través de la cortina noren de la entrada e inmediatamente fuimos recibidos por la voz amable del personal de recepción.
Después de registrarnos, una nakai (camarera de habitación) nos mostró nuestros aposentos. Esta fue una buena oportunidad para hacer las preguntas de rigor: dónde están los lugares para tomar los baños y qué hay que saber para utilizarlos.

Foto nº 1
Frente al Ryokan Nara-ya. El albergue fue inaugurado hace 130 años. Es una estructura en madera de tres pisos, situada muy cerca de Yubatake.

En la actualidad, muchos de los estanques de aguas termales en los ryokan permanecen abiertos día y noche, excepto en las últimas horas de la mañana, que se utilizan para su limpieza y mantenimiento. En el caso de que el ryokan cuente con estanques de distintos tamaños, se organizan los horarios de tal manera que las mujeres puedan utilizar los distintos estanques por el mismo periodo de tiempo que los hombres, y viceversa, en tiempos diferentes.
Una vez instalados en nuestra habitación, la nakai llegó con unas tazas de té. Muchos ryokan ofrecen también algunos dulces de la localidad y otros sirven algún tipo de aperitivos, como encurtidos o tsukudani (ingredientes hervidos en una mezcla de salsa de soja). Antes de que se vaya la nakai, les preguntará a qué hora desean la cena. En los ryokan el precio de la habitación suele incluir el desayuno y la cena. En la actualidad, un número creciente de ryokan sirven las comidas en el comedor, pero en los balnearios la mayoría de los albergues las sirven en la habitación, al estilo tradicional.
Antes de ir a tomar el baño es una buena idea ponerse un kimono informal de algodón, llamado yukata. Cuando se sale del agua termal, el algodón proporciona sensación de frescor a la piel. Así mismo, en las épocas frías, le vendrá muy bien para evitar un resfriado el ponerse una chaqueta haori o tanzen, que también les será ofrecido por el ryokan para ponerse por encima del yukata. El yukata también le servirá para dormir. Incluso en los hoteles de estilo occidental de Japón suelen proporcionar un yukata para utilizar en lugar del pijama, siguiendo la tradición. Yo no suelo llevar yukata cuando pernocto en un hotel, pero en los balnearios me sirve para introducirme en el espíritu del ceremonial, vistiendo por encima una haori o una tanzen.
Generalmente, una vez registrados, los clientes suelen dirigirse a tomar el primer baño, después de la cena tomarán otro antes de ir a dormir, y después otro a primeras horas de la mañana. Es bastante frecuente el tomar varios baños diarios. Quizás usted se encuentre tan cómodo que no le apetezca salir del agua, pero tenga cuidado de no desfallecer. La palabra japonesa para el desfallecimiento causado por permanecer demasiado tiempo en este tipo de aguas es yu-atari. El techo que cubre el baño está diseñado para proporcionar una gran ventilación y así prevenir el yu-atari. Durante el invierno, el aire frío entra a través del sistema de ventilación. Quizás lo encuentre un poco desagradable, pero tiene una razón de ser.


Tenga en cuenta que las aguas mineralizadas de Kusatsu son especialmente fuertes. Tienen una gran reputación como exterminadora de gérmenes, por lo que poseían un gran valor antes de aparecer los antibióticos.

Foto nº 2
Generalmente, los clientes se alojan en habitaciones de 8 tatami (unos 13 m²). En ellas toman el desayuno y la cena. Por la noche se extiende el futón para dormir.

Foto nº 3
En la habitación también se sirven té, dulces japoneses y alimentos cocinados en una mezcla de salsa de soja.

Foto nº 4
Cada ryokan prepara un yukata (derecha) y una haori (izquierda) para cada cliente. Se pueden vestir durante todo el día, tanto en el interior como en el exterior del albergue

Foto nº 5
El estanque mayor del Ryokan Nara-ya es redondo y está hecho de piedra. El albergue también cuenta con un estanque exterior y otro para familias. El agua tienen un aspecto blanquecino debido al contenido de sulfuro. Se dice que es buena para tratar distintos dolores.

Hoy en día es bastante frecuente el permanecer sólo una noche en el balneario, pero hace años la gente pasaba algún tiempo en ellos por motivos terapéuticos. Este tipo de estancia se denomina toji (curas con aguas termales). Los regímenes con toji eran medidos en unidades de tiempo - hito-mawari (un ciclo), que era un baño terapéutico para una semana, y futa-mawari, para dos semanas. En el caso de una estancia de tres semanas, era mi-mawari.
Alrededor del siglo XVIII las estancias comenzaron a ser más cortas. Cuando los viajeros comenzaron a visitar estos balnearios por sólo una noche y no para ninguna cura, sino por puro placer, la palabra acuñada fue ichi-ya toji. (Ichi-ya significa “una noche”, y la palabra toji en este caso no implica una cura). De modo que la costumbre actual de estancia por una sola noche procede de esta costumbre.

Foto nº 6
La propietaria (izquierda en la foto) es la empleada más visible del albergue. No importa lo ocupada que esté, siempre encontrará tiempo para dar la bienvenida a sus clientes y agradecerles su estancia.

Foto nº 7 y 8
Los zuecos de madera, geta, colocados a la entrada aportan una atmósfera peculiar a los balnearios.
Por la noche se extiende en el suelo el futón de los clientes. El personal espera normalmente a que los clientes estén fuera del cuarto dando un paseo o tomando un baño.

Los balnearios japoneses han evolucionado hasta convertirse en lugares propicios para gozar del baño, degustando los productos culinarios locales, sus bebidas y todo ello con música amateur. En los años sesenta y setenta, años de bonanza económica, solían llegar a los balnearios grupos grandes, generalmente empleados de compañías que adquirían algún paquete turístico con el fin de confraternizar. Los altos beneficios empresariales generaron gran entusiasmo y se manifestaron en un aumento de visitas a estos lugares. Para alojar a estos inmensos grupos se crearon grandes complejos balnearios. Estos nuevos complejos ofrecían a los empleados la posibilidad de recuperar parte de la energía empleada en construir la economía.
Hoy día ha finalizado esa tendencia y los ryokan están en un continuado proceso de reestructuración. Los ryokan más pequeños, los que permanecieron en su tamaño durante las épocas de expansión, han vuelto a ser elegidos como los favoritos. Otra reciente tendencia de los ryokan es crear su particular ambiente interior - quizás transformando su mobiliario y haciendo, por ejemplo, que parezca un lugar turístico de Bali.
Supongo que los balnearios japoneses continuarán cambiando a lo largo de los siglos, adaptándose a los cambios de estilo de vida de su clientela. ¿Por qué deberían seguir apegados a las viejas tradiciones? Los balnearios están diseñados para gozar del baño y beneficiarse de las aguas termales.
Gozamos de un relajante baño antes de cenar y después regresamos a nuestro cuarto. Justo cuando comenzamos a sentir hambre, la camarera llegó con la cena, portada en pequeñas mesas zen. La cena seguro que podría hacer las delicias de cualquiera - vegetales silvestres y otros sabrosos productos de la zona, una cena típica en un balneario. Nos servimos un poco de saké en nuestras copas sakazuki y permanecimos un rato contemplando un cielo de muchos tonos de azul.
Tras la cena decidimos dar un paseo por la localidad. Los zapatos los habían colocado en un lugar apropiado, dejándonos en su lugar unos zuecos tradicionales de madera. El sonido de los zuecos fue música celestial para nuestros oídos. Nos cruzamos con grupos de paseantes como nosotros, vistiendo yukata de colores y diseños diferenciados. Ello seguro que es debido a que eran clientes de diferentes ryokan. La brisa nocturna de las montañas era un poco fresca, por lo que nos comenzó a apetecer un nuevo baño termal en el albergue.
Cuando regresamos a la habitación, la camarera ya se había llevado las pequeñas mesas zen de la cena y había colocado en el suelo nuestros futones. Recordé el momento en que nos comentó: “la mayoría de nuestros clientes son jóvenes. No están muy habituados a comer y dormir sobre el tatami”.
Yo no soy lo que se dice muy joven, pero estoy también acostumbrado a dormir en una cama y comer en una mesa alta. Por ello, encontré muy atractivo el ver como por arte de magia una habitación pequeña se puede transformar en un lugar para comer y dormir en el mismo espacio. Un balneario es un lugar para experimentar los tradicionales estilos de vida, incluso para un japonés.
Al día siguiente, la temperatura permanecía fantástica. Los rayos de la mañana se colaban a través de la ventana del baño, rebotando sobre la suave superficie del agua. Me levanté un poco aletargado, pero un chapuzón en el agua caliente me reanimó de los pies a la cabeza. Estoy seguro de que a usted le pasará lo mismo, en una de estas mañanas en las que pensará que la estancia de un día en un balneario merece la pena.
Tras sumergirme en las aguas termales, regresé a la habitación para encontrarme con el desayuno, ya habían retirado el futón. Mi percepción fue que un baño en una fuente termal equivale a una buena sesión de ejercicio, estaba sorprendentemente hambriento. El huevo ligeramente cocido, a la temperatura de la fuente, me sentó de maravilla.

Foto nº 9

Los alrededores de Yubatake pueden llenarse de clientes de albergues desde la mañana a la noche.
Izquierda: Clientes paseando por Kusatsu después de tomar un baño.
Superior izquierda: Este puesto vende cristales yu-no-hana, formados al evaporarse el agua de Yubatake. Los cristales son un recuerdo típico de Kusatsu. la gente los suele usar como sales de baño en casa.
Inferior izquierda: En la actualidad, Kusatsu atrae muchos visitantes jóvenes. Vienen a gozar de la atmósfera propia de un viejo balneario.
Derecha: En este popular rincón de Yubatake, llamado Yu-kemuri Tei, podrá remojar sus pies de forma gratuita.










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